Los ceses y renuncias de cargos de confianza han sido una constante de este gobierno durante su primer año, y aparentemente también lo van a ser en el segundo. Ayer trascendió que el presidente Luis Lacalle Pou estaría considerando seriamente la posibilidad de pedirle la renuncia a un alto jerarca del gobierno, que fue acusado de operar a favor del Estado uruguayo. Fuentes gubernamentales indicaron que el jerarca en cuestión es un empresario de larga trayectoria en la actividad privada pero sin experiencia en la gestión pública, que a comienzos del año pasado fue convocado por Lacalle Pou “para defender el país productivo” desde su cargo en el gobierno. Pero al poco tiempo de asumir, el jerarca comenzó a tomar decisiones que beneficiaban al Estado uruguayo y no al empresariado. “El presidente quedó muy dolido porque tenía plena confianza en él. Ahora no tiene más remedio que echarlo, porque claramente terminó estando del lado equivocado del mostrador. El gobierno no se puede permitir tener en su propio seno a gente que no tiene sus lealtades claras. Si alguien está dispuesto a defender la baja de impuestos a los sectores de mayores ingresos, la desregulación de las relaciones laborales y el desmantelamiento de cualquier cosa que se parezca a un Estado de bienestar, es más que bienvenido. Pero si se pone del lado del Estado, entonces no tiene lugar”, expresó la fuente consultada.