El coordinador del Grupo Asesor Científico Honorario, Rafael Radi, fue uno de los miles de ciudadanos de entre 55 y 59 años que se vacunaron ayer contra el coronavirus. El científico destacó la importancia de que se vacune la mayor cantidad posible de gente, especialmente en la frontera con Brasil, país en donde la situación es crítica y además están circulando nuevas cepas del virus.

Pero desde el Ministerio de Salud Pública (MSP) consideraron que Radi fue “demasiado optimista” al apostar a la creación de una barrera sanitaria en la frontera seca. “Yo creo que la única posibilidad que tenemos de parar el ingreso de nuevas cepas de coronavirus desde Brasil es incluir en nuestro plan de vacunación a los 200 millones de brasileños”, opinó un jerarca de la cartera. “Con el anormal de Bolsonaro del otro lado de la frontera no tenemos chance. Si no compensamos de alguna manera su desastroso manejo de la pandemia, vamos a correr la misma suerte que cualquier estado brasileño. Vamos a volver a ser la Cisplatina, pero no como consecuencia de una invasión militar, sino de una invasión de coronavirus”, agregó.

La fuente reconoció que aumentar el objetivo de personas vacunadas de tres millones a 200 millones “parece una tarea casi imposible”, aunque explicó que “también llegué a pensar que era imposible que Uruguay llegara a conseguir las vacunas en algún momento, y sin embargo llegaron y ya tenemos miles de vacunados”.