Antonia (adivinadora del pasado): “Muy triste lo de Guido Manini Ríos, que no lo interrumpió ni una vez. Un desperdicio. Fijate que el tipo se pasó una vida entera gritando en los cuarteles y, cuando le llegó el momento de aplicar todos esos saberes al mundo de la política, se fue a baraja. Espero que dentro de un año Manini Ríos deje entrar a su suplente, que creo que es Gustavo Zubía o Daniel García Pintos. Si no es ninguno de ellos, estamos en el horno”.

Dardo (tropezador reincidente): “Me decepcionó profundamente. Yo esperaba un número musical o algo por el estilo, pero solamente se limitó a hablar. Sobre el contenido no sé qué decirte, porque me cuesta seguir un discurso cuando no es cantado. Es como un libro sin dibujos. Ahí también hay algo para agiornar. ¿Por qué la Constitución de la República no viene con dibujos? Creo que todos seríamos mucho más respetuosos de la institucionalidad si la carta magna viniera en un formato más accesible”.

Bonnie (barajadora de dados): “Le tiró más de un guiño al lobby judío, lo cual, como blanca que soy, me preocupa mucho, porque si no se pone las pilas, Gustavo Salle se lo va a comer. Hay una mayoría silenciosa a la que no estamos pudiendo llegar. El presidente debería darle a Salle un cargo en el gobierno, para acercarse a quienes lo siguen y, al mismo tiempo, neutralizarlo. Y después debería hacer lo mismo con Luis Almagro. Es la única manera de ganar de nuevo en 2024”.