Las autoridades reconocieron que el ritmo de vacunación contra la covid-19 es un poco más lento de lo que se había previsto, ya que al día de ayer, de los aproximadamente 100.000 habilitados para recibir la primera dosis se agendaron 57.467. Ante esta situación, el gobierno anunció que las dosis que sobren de la primera etapa del plan de vacunación serán distribuidas entre personas en situación de calle y privados de libertad. “Ya decidimos que una parte de las vacunas que sobren van a ser dejadas en los contenedores de basura para las personas en situación de calle. La verdad es que con toda la gente sin vacunar que hay en la calle, sería una lástima tirarlas en lugar de dárselas a alguien que las necesite. En mi casa me enseñaron que las vacunas no se tiran”, declaró una fuente del gobierno. En el caso de los privados de libertad, las vacunas serán entregadas a sus familiares, quienes las harán llegar junto a los alimentos que les llevan todas las semanas para complementar el déficit de nutrientes de la dieta carcelaria.

Uno de los aspectos que podría complicar este plan es la dificultad para conservar las vacunas a temperaturas seguras, aunque desde el gobierno aclaran que este tema no va a ser un obstáculo para distribuir las dosis. “Hay gente que ya está acostumbrada a consumir productos que a lo mejor no están completamente frescos. Deben tener algún tipo de inmunidad”, explicó la fuente consultada.