La decisión de las autoridades de declarar la obligatoriedad de la educación a distancia no cayó bien en todos los docentes de primaria. Muchos de ellos consideran que los niños están “saturados” de clases virtuales, al punto que empiezan a sentirse confundidos. “En un momento me di cuenta de que los alumnos, a diferencia de lo que ocurría antes, no estaban dispersos, sino que me miraban fijamente. En ese momento me alegré, pero después empecé a notar que varios de ellos hacían ademán de dispararme. Después de algunas preguntas me di cuenta de que estaban convencidos de que yo era un personaje de Fortnite. Creo que no tiene sentido seguir con las clases virtuales”, declaró una maestra.

Este no es un caso aislado ni mucho menos. Otro maestro relató que muchos de sus alumnos están convencidos de que él es un personaje de Call of Duty. “Lo más triste es que yo les tengo que seguir el juego, porque si no se me distraen. Cuando veo que se empiezan a excitar porque me disparan como locos y yo no me muero, me tiro al piso y me hago el muerto durante unos minutos. Es la única forma de que no me cambien por el Doom”. Pero adoptar estrategias de este tipo no es tarea fácil para todos los docentes. Otra maestra contó que “como vi que los niños estaban muy colgados con el tema de los videojuegos quise seguirles la corriente. Pero como lo único que conozco es el Súper Mario, solamente se me ocurrió vestirme con gorra y bigotes postizos. No entendieron nada”.