A comienzos de mes el presidente Luis Lacalle Pou había dicho, a pesar de que la comunidad científica opinaba lo contrario, que durante mayo comenzarían a notarse los efectos de la vacunación en los reportes diarios sobre la marcha de la pandemia. Sin embargo, a menos de una semana del final del mes, la cifra de casos activos sigue aumentando y está cerca de sus máximos históricos, y la de fallecidos se mantiene muy alta y sin miras de descender. “Obviamente no tengo más remedio que reconocer que mi predicción no fue certera. Pero, como siempre digo, me voy a hacer cargo de mi error. De hecho, ahora mismo salgo de acá y me voy a comprar una botella de whisky para pagar una apuesta. Porque aposté con unos amigos que para mayo el coronavirus estaba controlado. Ellos decían que no, que no podía ser, pero yo insistí. Y bueno, me tocó perder, así que voy a pagar. Es de hombres sabios reconocer cuando no se tiene razón, y de hombres nobles pagar las apuestas, lo digo con total humildad”, declaró ayer de noche el mandatario a la salida de la Torre Ejecutiva.

Lacalle Pou aclaró de todas formas que no toma esta derrota como “algo humillante ni mucho menos”. “El azar es así. Uno toma ciertas medidas que en una de esas salen bien pero en una de esas salen mal. Son cuestiones del destino que nadie puede prever. A veces me ha tocado ganar, hoy me tocó perder. No es grave. Además, al fin y al cabo es una botella de whisky nomás. Tampoco es que se haya perdido gran cosa”.