Ayer finalizó el escrutinio de la segunda vuelta de las elecciones en Perú y se confirmó la tendencia favorable a Pedro Castillo, quien se impuso a su rival, Keiko Fujimori, por 44.058 votos. Pero el fin del conteo de votos no parece que vaya a terminar con la incertidumbre, ya que la candidata perdedora impugnó los resultados de varias mesas. Desde la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) advirtieron a Fujimori que están dispuestos a hacer un recuento de votos, siempre y cuando ella aclare si planea dar un golpe de Estado en los próximos meses en caso de resultar perdedora. “Todo este proceso electoral fue extenso y agotador. Y contar de nuevo los votos de las mesas impugnadas también nos va a llevar mucho esfuerzo. No queremos pasarnos las próximas semanas revisando las mesas para que dentro de dos meses saquen al nuevo presidente”, indicó un jerarca de la ONPE. Desde el organismo aclararon que no le están pidiendo a Fujimori un compromiso “a largo plazo” que la ate de manos a la hora de desarrollar la estrategia que tiene planeada para llegar al poder. “Si dentro de dos años quiere sacar a Castillo con el apoyo de los militares, de Estados Unidos o de quien sea, puede hacerlo. Nosotros lo que le pedimos es que por lo menos deje pasar un año antes de derrocar el gobierno. Es muy desgastante para nosotros hacer elecciones que al final no sirven para nada porque el candidato que gana no dura ni dos meses. Así no se puede”.