El Ejército anunció el fin de semana que denunció ante Fiscalía a un sargento y dos cabos por aplicar a varios reclutas métodos de tortura, como por ejemplo picana y privación de alimentos. Los acusados, que forman parte del Batallón de Infantería 7, en Salto, se defendieron asegurando que el objetivo no era de ninguna manera “torturar” a los reclutas, sino “explicarles la teoría de los dos demonios”. “La confusión surgió porque se pensó que era una actividad práctica, pero en realidad formaba parte de un curso teórico. Estábamos analizando los escritos del expresidente Julio María Sanguinetti sobre el pasado reciente y llegamos al punto en donde él explica por qué las torturas de los militares eran culpa de la izquierda. Como es un asunto difícil de entender, muchos reclutas seguían haciendo preguntas. Entonces pasamos a poner un par de ejemplos prácticos, pero siempre dentro de una clase teórica, que no tenía como objetivo entrenarlos para torturar o recibir torturas, sino simplemente aportar a la mejor comprensión de un período de la historia nacional”, declaró el sargento acusado.

El ministro de Defensa Nacional, Javier García, enfatizó que si se confirma la culpabilidad de los militares, recibirán un castigo “firme y ejemplarizante”. “En el Ejército no hay lugar para militares que apliquen a los reclutas un trato que solamente debería estar reservado para militantes de izquierda que no entienden cuál es su lugar”, declaró el jerarca.