La covid-19 es una enfermedad nueva, y eso hace que la información disponible sobre ella se actualice con mucha frecuencia. Una clara muestra de ello es lo que ocurre con la mezcla de diferentes tipos de vacunas. Hasta hace poco no se sabía si esto era seguro, pero finalmente los científicos concluyeron que esta práctica no sólo es segura, sino también beneficiosa. De todas maneras alertaron que mezclar dos tipos de vacunas tiene algunos efectos secundarios que se manifiestan al día siguiente, como dolor de cabeza, náuseas, sequedad en la boca, cansancio y dificultad para recordar lo ocurrido luego de recibir la segunda dosis. Estas conclusiones aparecen en un estudio publicado la semana pasada en la revista Science. “El problema con mezclar dos tipos de vacunas se da fundamentalmente a partir de la segunda dosis. Al ser una sustancia nueva, el cuerpo se entusiasma con la novedad y genera muchos más anticuerpos que los que generaría con una segunda dosis de la misma vacuna. Ahí se descontrola la cosa”.

Uno de los autores del estudio citó el caso de la canciller alemana, Angela Merkel, quien se inoculó con una dosis de Astrazeneca y luego se dio una de Moderna. “Ella mezcló dos tipos de vacunas y no se murió ni nada por el estilo, pero a la mañana siguiente tuvo que avisar que no podía ir a trabajar, porque se le partía la cabeza y había vomitado un par de veces. Se sentía tan mal que juró no volver a mezclar vacunas”.