Cuando se presentó la ley de urgente consideración varios especialistas en lavado de activos alertaron que algunos de sus artículos podrían dificultar los controles por parte de las autoridades de este tipo de maniobras delictivas. Desde el oficialismo inicialmente rechazaron los cuestionamientos, aunque ahora, ante la notoria baja de denuncias por operaciones sospechosas, la situación podría cambiar. “Nosotros creemos en la libertad responsable, porque si falla la libertad responsable es el fin de la humanidad. Es por eso que apostamos a que si alguien lavaba dinero en Uruguay lo confesara ante las autoridades en forma espontánea. Pero en este año y medio que llevamos en el gobierno nos dimos cuenta de que esto no pasó. Realmente estamos sorprendidos por la poca disposición demostrada por los responsables de manejos financieros turbios para autoinculparse”, reconoció un integrante del equipo económico del gobierno.

Más allá del diagnóstico, aún no está claro qué medidas se tomarán para enfrentar esta situación. “Una de las opciones es no hacer nada y dejar que fracase la libertad responsable y se extinga la humanidad. Eso sería lo más justo, aunque por otra parte no podríamos festejar esta victoria moral, porque estaríamos todos extinguidos. La otra opción que nos queda es endurecer un poco más los controles. Filosóficamente no estamos de acuerdo, pero tampoco queremos que nos echen de la comunidad internacional por ser un paraíso fiscal”, declaró el jerarca consultado.