El Panel Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó un alarmante informe sobre el calentamiento global. Los especialistas advierten que, si no se disminuyen sensiblemente las emisiones de efecto invernadero, el medioambiente sufrirá “daños irreversibles”. Pero a pesar de las advertencias, en el mundo empresarial no parece haber demasiada preocupación. “Ni las inundaciones ni las olas de calor me afectan mucho. Son cosas que vienen y van. Y con respecto a los cambios irreversibles, yo espero estar irreversiblemente muerto en el futuro. Así que a menos que inventen un sistema para volverme a la vida y hacerme pagar por mis acciones, pienso seguir contaminando”, declaró un empresario del rubro automotor. Otro empresario, en ese caso del sector petrolero, hizo un diagnóstico similar. “Soy una persona de 78 años, si sigo vivo cuando el planeta estalle seguramente ni me voy a enterar por la demencia senil. La idea de derretirme lentamente en mi mansión, sin entender lo que está pasando, no me parece una mala forma de morir”. La apelación a sus responsabilidades hacia las generaciones futuras tampoco conmovió a este empresario. “La gente me pregunta si no me preocupa el mundo que les voy a dejar a mis hijos. Yo les respondo que los que están preocupados por qué les voy a dejar en realidad son ellos, así que no me pregunten a mí. Hablen con ellos”.