Las elecciones de 2019 marcaron dos hitos para el Partido Independiente (PI), pero de signo opuesto. Por un lado, lograron acceder al gobierno por primera vez desde su fundación. Pero al mismo tiempo obtuvieron la votación más baja de su historia. Se trató de un golpe muy duro para los liderados por el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, pero a casi dos años de la elección, el PI parece encaminarse a una reformulación de su propuesta. “Al Partido Independiente siempre se lo definió como un partido chico, con pocos votos, con pocos representantes en el Parlamento y con poca presencia en general en la arena política. Durante mucho tiempo comulgamos con esa interpretación. Pero ahora nos dimos cuenta de que no somos un partido político chico. Somos un partido político boutique”, declaró Mieres.

El líder de los independientes explicó que su partido está trabajando en un concepto de partido “más íntimo, más coqueto y más elegante”. “Hay muchos partidos que apuestan a la cantidad, y eso está muy bien. Pero el camino de los independientes es otro. Nosotros apostamos a la calidad. Queremos ofrecer una propuesta de nivel, que no es para cualquiera. Y ojo que no queremos discriminar ni menospreciar a nadie. Pero a partir de ahora nuestro partido va a estar dirigido a aquellas personas que saben apreciar el apacible aroma de la moderación, la permanente búsqueda del punto medio y el rechazo a cualquier tipo de extremismo. Digamos que vamos a ser un partido menos Búsqueda y más Galería”.