Cuando los talibanes gobernaron Afganistán, entre 1996 y 2001, cercenaron los derechos de las mujeres hasta extremos dramáticos, y por eso, ahora que volvieron al poder, se teme que pueda ocurrir lo mismo. Pero desde el movimiento afirman que en esta ocasión las limitaciones para las mujeres serán bastante menos estrictas, y de hecho ya anunciaron que podrán estudiar y no estarán obligadas a llevar el burka. El anuncio generó duras críticas por parte de algunos intelectuales y dirigentes políticos de Occidente, que acusaron a los talibanes de estar financiados por el magnate George Soros. “Los talibanes eran de los pocos grupos que aún no habían caído bajo las garras de la Open Society Foundation y su prédica del feminismo biempensante. Eso se terminó, y ahora ya no quedan dudas de que el poder de Soros es ilimitado”, declaró un analista de la cadena televisiva estadounidense Fox News.

Mientras tanto, un dirigente del partido político español Vox acusó a los talibanes de haberse entregado “al buenismo y a la corrección política”. “Más allá de las diferencias que tenemos con los talibanes, lo cierto es que cuando gobernaban tenían una postura clara sobre el rol de las mujeres en la sociedad, algo que hoy en día es muy difícil de ver. Pero estos talibanes de ahora parecen ser algo completamente diferente. Lo único que falta es que aprueben la promoción de la homosexualidad vía educación sexual en las escuelas afganas”.