Cuando el Ministerio de Defensa Nacional adquirió dos aviones Hércules con más de medio siglo de antigüedad, el año pasado, desde la oposición se cuestionó la operación por considerar que las aeronaves están al término de su vida útil. El titular de la cartera, Javier García, reconoció en ese momento que para Uruguay es “prácticamente imposible” adquirir equipamiento militar de última generación. De todas maneras, esta situación podría cambiar si prospera su propuesta de adquirir los 12 submarinos que Francia le iba a vender a Australia antes de que este país cancelara el acuerdo comercial. “Es una oportunidad verdaderamente inédita, porque Uruguay está acostumbrado a comprar cosas que otras fuerzas armadas no usan, pero en este caso no serían equipos que se dejaron de usar porque eran antigüedades, sino equipamiento nuevo”, declaró el jerarca.

Australia había firmado un acuerdo con Francia para comprarle 12 submarinos de ataque, pero luego rompió el pacto e hizo un nuevo acuerdo con Estados Unidos y Reino Unido, algo que despertó la ira del presidente galo, Emmanuel Macron. Según García, “lo que tenemos que hacer es aprovechar el estado de ánimo de los franceses para que nos vendan esos 12 submarinos a un precio accesible, en una especie de gesto de despecho hacia los estadounidenses y los ingleses. Si movemos bien nuestras piezas, la Armada uruguaya se va a transformar en una de las más poderosas de Latinoamérica en materia de batallas submarinas”.