Las violaciones a los derechos humanos en ciertos países, las dificultades de acceso a las vacunas contra la covid-19, el cambio climático y el progreso humano fueron algunos de los temas que tocó el presidente Luis Lacalle Pou durante su discurso ante la 76ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Pero varios especialistas en relaciones internacionales consideran que lo más importante del discurso del mandatario no fue lo que dijo, sino lo que no dijo. “Personalmente temía que el presidente prometiera que en Uruguay no iban a seguir subiendo los combustibles, porque las intervenciones de los presidentes son divulgadas por todo el mundo, y obviamente grabadas. Y como los combustibles van a seguir subiendo, la imagen de Lacalle Pou ante el mundo hubiera quedado muy comprometido”, aseguró un investigador de la Universidad Católica. Otra investigadora, en este caso de la Universidad de la República, coincidió en que un posible incumplimiento de una promesa por parte del presidente hubiera tenido un efecto negativo “considerablemente grande”. “Sería un papelón que no se olvidaría fácilmente, sobre todo porque la agencia de publicidad del gobierno opera muy bien a nivel nacional, pero le sería imposible contrarrestar un episodio así a nivel global. Lacalle Pou tendría que comer con obreros y salir de compras en todas las capitales del mundo. Sería imposible. Fue muy sabio de su parte no haber tocado el tema combustibles”.