Comiendo un asado con trabajadores de una obra, haciendo las compras con su esposa, deteniéndose en la carretera para ayudar a alguien a cambiar una rueda, buscando un regalo para su hija y compartiendo un almuerzo con soldados. En todas esas situaciones fue fotografiado el expresidente argentino Mauricio Macri. Y lo mismo ocurrió en este lado del río con Luis Lacalle Pou. “Creo que los paparazzi uruguayos empezaron a copiarles a sus colegas argentinos. Si no, no me explico por qué nos sacan las mismas fotos a Macri y a mí”, declaró Lacalle Pou a mediados de 2020.

Pero desde ese momento hasta ahora el mandatario fue fotografiado muchas más veces realizando actividades cotidianas, como comprar un Cinco de Oro. Según fuentes de su entorno cercano, el presidente “está harto de los paparazzi, porque prácticamente no lo dejan asomarse por la ventana de su casa sin sacarle una foto”.

Si bien los allegados del mandatario coinciden en que él sabe cómo manejarse con la prensa, también advierten que el acoso de los fotógrafos lo está desgastando. “Él trata de poner su mejor sonrisa porque sabe que se debe a su público, pero en el fondo quiere estar tranquilo con su familia, como cualquier persona normal. Además, tiene mucho miedo de terminar como Lady Di. Pero sabe que no hay mucho para hacer, porque por más que les pida a los paparazzi que por favor no lo sigan a todos lados ellos igual lo van a seguir haciendo”.