La situación judicial del futbolista Nicolás Schiappacasse se complicó el viernes, cuando se supo que el arma que le fue incautada momentos antes del clásico de Maldonado no sería la primera que el jugador entregara a la barra brava de Peñarol. Además, a raíz de estas revelaciones quedó prácticamente confirmado que el jugador no renovará su contrato con los mirasoles. De todas maneras, Schiappacasse no cree que su carrera deportiva se haya acabado. “No voy a negar que estoy pasando por un momento complicado, pero sé que voy a salir adelante, y con mucho trabajo y esfuerzo espero poder llegar a los próximos Juegos Olímpicos y traerme la primera medalla de tiro con pistola para Uruguay”.

Luego de un prometedor inicio de carrera como futbolista profesional, en los últimos años el delantero no tuvo demasiada continuidad en los equipos en los que jugó, y a raíz de eso decidió empezar a incursionar en el tiro al blanco. “Al principio lo veía como una especie de hobby: salía de noche a tirarles algunos tiros a unas latas o a hinchas de Nacional, pero con el tiempo le fui agarrando el gustito, así que empecé a plantearme seriamente la posibilidad de dedicarme al tiro deportivo”.

Schiappacasse sabe que practicar deportes olímpicos no es fácil en Uruguay. “Soy consciente de las limitaciones del medio, pero creo que si Peñarol me contacta con alguno de sus sponsors para que me ponga publicidad en la camiseta y aparte hago unos pesos vendiendo armas a la barra de la Ámsterdam, voy a poder llegar bien”.