Si bien el tema de la inserción internacional de Uruguay es uno de los que más preocupa a la coalición de gobierno, la semana pasada todos los partidos que la integran arribaron al compromiso de no autorizar viajes al extranjero del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, ni de la vicepresidenta Beatriz Argimón. Según explicó un legislador del Partido Nacional, “cuando Graciela Bianchi entró a la Cámara de Senadores como primera senadora, nos preocupó qué podría llegar a pasar si ocurría una desgracia con Lacalle Pou y Argimón, pero tampoco nos obsesionamos con el tema, porque es realmente muy difícil que a los dos les pase algo. Pero a esta altura, la sola idea de que Bianchi esté un día en la presidencia ya nos aterra, porque podría ser el fin del Partido Nacional. Por eso decidimos que lo mejor es que el presidente y la vicepresidenta se queden acá”.

Desde el Partido Colorado apoyaron la medida e incluso propusieron ir un poco más allá: “Yo creo que Lacalle Pou y Argimón deberían aislarse en un recinto a prueba de virus hasta que termine el mandato, porque una presidencia de Bianchi podría arrastrarnos a todos”. De todas maneras, los blancos no apoyaron este extremo.

Desde Cabildo Abierto reconocieron que la posibilidad de que Bianchi ocupe la presidencia aunque sea de manera temporaria los “aterra”, pero por otros motivos que los de sus socios. “Si ella sigue proyectando su figura de esta manera puede convertirse en la principal amenaza para Guido Manini Ríos”.