Finalmente, y a pesar de varias opiniones que expresaban dudas sobre la conveniencia de jugar clásicos en medio de una ola de violencia entre barrabravas de Peñarol y Nacional, el sábado se enfrentarán ambos equipos en el estadio Centenario. El Ministerio del Interior (MI) pidió que el partido se adelante dos horas y media por motivos de seguridad, algo que fue aceptado, pero muchos creen que se debería jugar más temprano aún. “Yo creo que hay que hacerlo a las 10.00, porque a esa hora la mayoría de los barrabravas aún están de resaca y difícilmente les dé para levantarse e ir al Centenario. Y si les da, van a estar tan hechos mierda que van a ser incapaces de tirar una piedra. Yo creo que sería lo mejor, pero sospecho que Tenfield no aceptaría eso”, opinó un funcionario del MI que quiso mantenerse en el anonimato.

Para el caso del segundo clásico, que se jugará el miércoles 26 en el Campus de Maldonado, el funcionario consideró que no sería necesario modificar el horario. “En ese caso Punta del Este opera como filtro natural para los indeseables. Así como las marchas de sindicalistas nunca se terminan de concretar o se concretan pero pasan sin pena ni gloria porque ahí hay una energía positiva que las repele, lo mismo pasa con los barrabravas. De hecho, la solución final para este problema podría ser jugar siempre en el Campus”.