La fiscal del caso Astesiano, Gabriela Fossati, no está a gusto con el caso que le tocó y, según algunas versiones de prensa, le manifestó al Fiscal General de la Nación, Juan Gómez, su deseo de ser trasladada. El jefe de la Fiscalía le negó el traslado y, a raíz de esto, Fossati le planteó a Gómez un acuerdo: ella se queda en el caso y no vuelve a pedir un traslado a cambio de que le permitan defender al presidente Luis Lacalle Pou si llegara a ser indagado o imputado en el marco de la investigación. Fuentes allegadas a la fiscal explicaron que ella “se siente definitivamente muy mal por tener que estar persiguiendo a un excolaborador cercano de Lacalle Pou, y la posibilidad de que alguna de las ramificaciones afecte directamente al presidente le horroriza. Lo único que le permitiría soportar el mal trance sería encargarse no sólo de la acusación sino también de la defensa”. Las fuentes aclararon, de todos modos, que las tareas de defensa del presidente las haría “en sus ratos libres”. “No estamos hablando de que trabaje de fiscal y de abogada al mismo tiempo, eso sería una locura. Ella simplemente quiere que le permitan hacer algo por el placer de hacerlo”.

La reunión: Fossati anunció que citará a Mario Bergara y Charles Carrera por el caso del espionaje: “En estos momentos, tienen 50% de chances de terminar presos por sus denuncias”.