Unos chats divulgados ayer confirmaron que la viceministra de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, estaba al tanto de que Sebastián Marset era un peligroso narcotraficante cuando recibió la visita de su abogado, Alejandro Balbi, quien le estaba tramitando un pasaporte. Tras conocerse la noticia, varios dirigentes del Frente Amplio consideraron que la funcionaria debería renunciar, aunque no “para que entre cualquiera en su lugar”. “Si sacamos a Ache para que venga otro familiar de un dirigente de Nacional, o de Peñarol o de cualquier otro club con peso y tradición, nos va a terminar pasando lo mismo. Alguien va a lograr llegarle a través del club. Por eso necesitamos que sea hincha de Canadian o Potencia, es decir, algún club que aún no esté metido en alguna rosca”, explicó un dirigente frentista.
Por el momento, Ache continúa defendiendo su actuación y asegura que tiene “la conciencia tranquila”. “¿Cómo iba a sospechar que un defendido de Alejandro Balbi iba a estar metido en algo jodido? No podía creer en el chat que me mandaron diciendo que era un narco”.
La situación de Bustillo: “Si después de todas las cagadas que se mandó no lo eché, no lo voy a echar por defender al gobierno”. Luis Lacalle Pou, presidente hipersensible a las críticas.