Los organizadores del último Mundial pusieron especial énfasis en la sostenibilidad del evento, con numerosas iniciativas para reducir al mínimo su impacto ambiental. Ayer anunciaron que 80% de la basura generada en los estadios ya fue reciclada. Además, 95% de los restos de los trabajadores extranjeros muertos durante la construcción de las obras de infraestructura para el Mundial también fue reciclado. “Desde que comenzaron las obras se nos criticó mucho por las muertes de trabajadores inmigrantes, pero nosotros teníamos muy en claro que, gracias a nuestras políticas de reciclaje, estas muertes casi no iban a tener impacto ambiental”, explicó uno de los miembros del comité organizador.

Los qataríes esperan que con el reciclaje de los restos mortales de miles de trabajadores “se termine de una buena vez esa campaña de desprestigio que se ha organizado en contra nuestra, asegurando que no nos preocupamos por lo que les pasa a los trabajadores extranjeros”.

La declaración: “Después de haber organizado el Mundial nos empezamos a preocupar mucho más por los derechos humanos. Vimos que pueden llegar a ser una verdadera molestia para la economía”. Emir qatarí que nada en oro negro.