A pesar de que el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, había afirmado a mediados de año que en la cartera “nadie sabía quién era Sebastián Marset” al momento de entregarle su pasaporte, un informe interno divulgado ayer confirmó que al menos seis jerarcas estaban al tanto de que se trataba de “un narco”. Luego de que se conociera el informe, Bustillo aclaró que en la cancillería “nadie sabía que un narco es un mafioso que trafica drogas a gran escala y generalmente tortura y asesina a varias personas durante el desarrollo de su actividad”. El ministro explicó que en la cancillería “buena parte de los funcionarios pasan mucho tiempo fuera del país, por lo que a veces no están al tanto de los modismos que se van acuñando acá”. Uno de los funcionarios mencionados en el informe reconoció que hasta hace pocos meses estaba convencido de que “narco” era una forma coloquial de referirse a una persona que padece narcolepsia. “¿Cómo le íbamos a negar el pasaporte a alguien simplemente porque se duerme en todos lados a pleno día? Era una locura”, justificó el funcionario.

La frase: “Cuando te dicen que alguien es un narco muy peligroso y pesado, es difícil definir exactamente a qué se están refiriendo”. Funcionario de cancillería no muy buen entendedor.