Desde que anunció la elección de Catar como sede del mundial de 2022, la FIFA se ha convertido en blanco de críticas de numerosas organizaciones defensoras de los derechos humanos debido fundamentalmente a las condiciones en que viven los trabajadores extranjeros en ese país. Desde la FIFA siguen defendiendo la decisión de celebrar allí el mundial, aunque también advierten que Catar “será duramente sancionado en caso de que cometa alguna atrocidad luego de terminada la competición”. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, advirtió a los cataríes que podrían correr “la misma suerte que Rusia, que ya se quedó sin la final de la Eurocopa y seguramente reciba más sanciones por los horrores cometidos tras el mundial de 2018”. Infantino reconoció sentirse “dolido y desconcertado” por la experiencia rusa, ya que “cuando la elegimos como sede del mundial era un país modelo en materia de protección a los derechos humanos, pero después del mundial dio un giro de 180 grados en la materia. Esperemos que no ocurra lo mismo en este caso y que Catar siga siendo el gran defensor de los derechos humanos que es actualmente”.

La frase: “Me siento traicionado por Putin, que al final resultó no ser un líder compasivo”. Gianni Infantino.