Un funcionario del gobierno ruso declaró ayer que Moscú no planea usar armas nucleares contra Ucrania a menos que haya una “amenaza existencial”. De todas maneras, aclaró que los ataques a centrales nucleares con armamento convencional “forman parte del abanico de posibilidades que estamos manejando”. En el Kremlin consideran que usar armas nucleares en Ucrania sería “un desperdicio”, y prefieren guardarlas “para algún enfrentamiento más serio, ya sea contra Europa o Estados Unidos”. El ataque a centrales nucleares con armamento convencional “tiene la ventaja adicional de que es mucho más económico”, expresó el funcionario entrevistado.

Cuando se le preguntó sobre los efectos que podría tener una nube radioactiva originada en Ucrania sobre territorio ruso, el funcionario reconoció que sería “un problema”, aunque aclaró que “las personas que sostienen la economía y la grandeza de Rusia pueden perfectamente trasladarse a sus castillos en Francia, en donde estarían a salvo”.

El dato: de las más de 4.000 cabezas nucleares que tiene Rusia, 95% tiene un letrero que dice “Envíese a Estados Unidos”.