Existe un refrán popular que dice que “muchas veces, el mejor escondite para algo suele ser a la vista de todos”. O algo así. Bueno, no importa. La cosa es que investigaciones que llegaron a nuestro conocimiento dieron cuenta de lo siguiente: los tupamaros aplicaron esa lógica para los botines de sus operaciones armadas, allá por el Uruguay de los años 60.

“¡Los lingotes de los Mailhos, hermano! Ahí nomás, a la vista de todos, en las cejas de Julio María, ¿vos te das cuenta?”, confirmaron desde el entorno del Movimiento de Liberación Nacional.

¿En qué otros lugares habrán encanutado trofeos? El Cascote News, ni lerdo ni perezoso, averiguó: “Se dice que usaron las ojeras de [Omar] Lafluf, el pelazo de [Luis Alberto] Lacalle Herrera y hasta el frondoso bigote del sex symbol [Ariel] Bergamino”.