Desde hace un buen tiempo, las plataformas digitales han irrumpido en la vida de las personas, de manera dramática, a tal punto que son culpadas de la crisis vincular que afecta cada rincón del mundo. Sin embargo, Jorge y Marita, una pareja de orientales de 50 y 48 años, respectivamente, demuestran que hay excepciones a las reglas.

Todo comenzó hace seis años, cuando Jorge, divorciado contumaz y aficionado al frontón, vio que Marita, recién separada y en busca de una relación sexoafectivamente responsable, publicó en Instagram una historia de una Fiorino blanca, robada: “Vi eso y le respondí ‘creo que la vi por General Flores y Chimborazo, te paso mi celu y hablamos’, y después, por las dudas, también le mandé un fueguito, jajaja”, contó Jorge, en diálogo con El Cascote News, vía MSN Messenger. “Ahora llevamos cinco años de casados”, agregó Marita, quien a su lado cebaba mate dulce.

“El caso de Jorge y Marita es un símbolo de lo efímera y volátil que puede resultar la existencia en el contexto tardo-capitalista de una sociedad de consumo convertida en un simulacro virtual infinito”, comentó a un vendedor de garrapiñada el sociólogo Marcos Pescador mientras hacía fila para participar como panelista en un programa random de TV Ciudad. “Flaco, te pregunté si llevabas el paquete de 20 o el de 50”, respondió un tanto hosco el garrapiñero.