“Creo que le faltó un cartel que dijera ‘mírenme’, nomás, al simpático este; ni ganas dan de atenderlo”. El relato del médico tratante de Ricardo Golpeable, quien por razones obvias prefiere mantenerse en el anonimato, hiela la sangre. ¡Un médico que no quiere atender a un paciente! Pero hay razones.

“¿No viste que es un salame bárbaro? No seas malo, que le deje algún problema a los demás”, continuó el galeno. Es que Golpeable se encuentra internado en un sanatorio de la capital por una crisis de no saber con qué joraca más llamar la atención.

“Le faltó hacerse budista nomás, aunque quizás eso es de otra época, pero ta, vo me entendés”, cerró el profesional a cargo de la salud de Ricardo, a quien le deseamos fuerza y que le sea leve.