Ayer se llevaron a cabo las ceremonias de promesa de la bandera, para niños de primer año de escuela, y de jura de la bandera para los alumnos de primer año de enseñanza secundaria. En este último caso, los preadolescentes juraron, tal como lo establece el texto de la ceremonia, defender el pabellón nacional “con sacrificio de vuestra vida, si fuere preciso”. De todas maneras, algunos actores del sistema político tienen dudas acerca de las verdaderas intenciones de quienes hicieron este juramento. “Estuve en un acto en un liceo, como todos los años, y vi el mismo espectáculo de siempre: preadolescentes con sueño, malhumorados por tener que perderse un feriado, repitiendo maquinalmente que van a morir por la patria. Qué quiere que le diga, me cuesta creer que todos vayan a cumplir. Hay un par que claramente no fueron honestos”, denunció un exmilitar y dirigente de Cabildo Abierto.

Para este cabildante, sería necesario hacer algo más para garantizar que todos quienes juran la bandera cumplan en caso de una amenaza militar a la patria. “A lo mejor les podemos hacer firmar un contrato, o implantarles una minibomba que explote si se alejan del frente de batalla”.

Cambios en el texto: otra opción que se maneja es incluir en el juramento la frase “y que se me mueran todos mis parientes y mi boca se transforme en un culo si no cumplo”.