El gobierno de Brasil extraditó finalmente al líder de la mafia calabresa Rocco Morabito. El mafioso había sido apresado en Uruguay, desde donde iba a ser extraditado a Italia, pero logró fugarse tras romper una ventana y un ducto de ventilación. Tras concretarse la extradición, desde el gobierno uruguayo se comunicaron con las autoridades italianas para recomendarles “encarecidamente” que no permitan a Morabito acercarse a las ventanas. “Se trata de un recluso extremadamente peligroso, con una habilidad casi sobrehumana para escaparse por más que esté recluido bajo las más estrictas medidas de seguridad”, reza una parte del mensaje enviado por el gobierno uruguayo.

En otra parte del texto se sugiere “evitar que Morabito camine libre por los corredores del centro de reclusión, ya que esta actividad le sirve para contactarse con otros reclusos y con agentes penitenciarios que eventualmente podrían colaborar con una fuga. Su capacidad de convencimiento es muy grande, y solamente algunas personas están preparadas para resistir sus engaños maquiavélicos”. El texto concluye afirmando, en letras mayúsculas: “REPETIMOS. RECLUSO MUY PELIGROSO. NO LE GUSTA ESTAR ENCERRADO”.

El primer recurso: los abogados de Morabito solicitarán ante la Justicia italiana que se le permita pasar su condena en la Embajada Uruguaya en Roma, con el compromiso de no escaparse.