Infinito fue el asombro en la sucursal argentina de la cadena internacional de deportes ESPN cuando sus ejecutivos descubrieron que Vito de Palma, comentarista de las transmisiones del fútbol italiano para el Cono Sur, no sólo no es italiano sino que se llama Manolo González y es un descendiente de gallegos que vive en el barrio porteño de Parque Chacabuco.

“Joder, tío, me han pillado, me han visto de tapas yendo a los toros envuelto en la rojigualda de mi Madre Patria y me han pillado”, dijo el ahora exitaliano De Palma: “He currado toda mi vida con hacerme el italiano, pero vamos, venga, soy más gallego que precisar cinco personas para cambiar una lamparita, hostia puta, a por ellos”.

Las autoridades del canal evalúan los pasos a seguir respecto del caso Vito: “El sabandija este comentaba Brescia-Atalanta haciéndose el tano y parlando calcio, pero al final tiene la cabeza más cuadrada que José, el almacenero de la esquina. Yo no te puedo creer”, confesó un alto jerarca, quien agregó: “Vamo a ver qué hacemo, si lo rajamo o lo ponemos a comentar fútbol español, ¡las crisis son oportunidades!”.