El conocido chef y empresario gastronómico Francis Mallmann admitió su preocupación, de cara a la actual temporada estival uruguaya, porque no sabe qué demanda pueden tener los costosos platos que se venden en su restorán de Pueblo Garzón, en el departamento de Maldonado.
“La verdad es que no sé quién pagará la milanesa de pollo a 2.000 pesos; ojo, viene con una ensalada de mandarina para chuparse los dedos… sólo hay que pagar un adicional de 15.000 pesos por ella; por 17.000 pesos comés como los dioses”, explicó. El argentino también contó que el perfil del comensal oriental es distinto del de su compatriota: “Acá no te piden bebida, y los ves ir al baño a servirse agua… Altos pichis, dejá”.
El cocinero destacó su atención a lo que piden los clientes: “Seguramente deba bajar el precio de la porción del bizcochuelo de vainilla; la tengo a 6.300 pesos… en una de esas, lo ajusto a 5.100; veré”.