La muerte del astro brasileño caló hondo en el mundo del fútbol. El hecho, lógicamente, repercutió más allá de Brasil: la estrella surgida en Santos tenía amigos en todos los ámbitos de todos los países. En Uruguay, uno de los más conocidos es Atilio [Cazajous], dueño y representante de Cymaco, famosa casa de repuestos.
El businessman, afectado por el fatal desenlace de Pelé y apoyado en el cariño que lo unía con el tricampeón del mundo, comentó: “Estamos pensando en abrir una nueva sucursal y llamarla directamente como él. Nos parece que es un homenaje más que merecido […] han sido años de amistad, fijate que no era sólo una foto al final de nuestros avisos en las tandas de Punto penal y La hora de los deportes, éramos íntimos: cuando a O Rei se le rompía la Brasilia que tenía en Río o le faltaba algún repuesto, levantaba el tubo y sabía que yo cumplía”.
Además, según refirió el empresario, “la idea es que todos nuestros empleados laburen de saco sport rojo, como Edson cuando trabajaba para Santander, ¡la vamos a hacer completa!”.
Y así fue como, por un chistecito, cerramos otra puerta de un posible auspiciante. ¿Y van?