La investigación sobre la desaparición de 15 armas utilizadas en delitos y que estaban a la espera de ser peritadas no había registrado hasta ahora grandes avances, pero sobre fines de la semana pasada apareció una pista. Las armas habrían logrado salir de las instalaciones de la Policía Científica gracias al certificado falso de un armero. “Vino una persona con un certificado de un experto en armas en el que se afirmaba que estos revólveres se estaban oxidando y que había que hacerles un mantenimiento. Obviamente dejamos que las armas se fueran. ¿Cómo se nos iba a ocurrir que se trataba de una maniobra para que desaparecieran las armas y con ellas la posibilidad de condenar a delincuentes?”, declaró un jerarca del Ministerio del Interior.
La perspectiva: “Este episodio no despertó la indignación del ministro Heber, así que la cosa seguramente quede en la nada”. Policía que conoce el paño.