El encuentro entre el presidente y los líderes de la coalición en la residencia presidencial de Suárez y Reyes para tratar las derivaciones del caso Marset fue considerado por fuentes oficialistas como “un momento muy duro pero también muy provechoso”. Es que, durante el encuentro, Luis Lacalle Pou, Pablo Iturralde, Guido Manini Ríos, Pablo Mieres y Julio María Sanguinetti llegaron a un acuerdo sobre qué información ocultarían al público y qué información permitirían que vea la luz. “Es claro que la coalición está pasando por su peor momento, pero eso no quiere decir que esté rota ni mucho menos. La reunión en Suárez y Reyes fue una prueba de ello. Si bien hubo algunos matices entre los líderes partidarios en la lectura de la situación actual, a la hora de acordar que un par de bombas potenciales se iban a mantener ocultas para que no termine de estallar todo no hubo fisuras. No es para menos, porque se trata de un par de cosas que, si se llegan a conocer, provocarían un escándalo aún mayor que el de los chats entre Maciel y Ache y la reunión en el piso 11 de Torre Ejecutiva”.

La frase: “Yo me tapé los oídos porque no me quería enterar de nada”. Asistente a la reunión muy prudente.