Tal como ocurrió con la carta magna redactada por una Asamblea Constituyente con mayoría de la izquierda, el texto elaborado con una mayoría de constituyentes de derecha fue rechazado en un plebiscito. Inicialmente, el presidente chileno, Gabriel Boric, descartó hacer una nueva consulta durante su mandato, pero más adelante aclaró que se refería a una nueva consulta dentro del territorio nacional. “La izquierda perdió en el partido de ida. La derecha perdió en el partido de vuelta. Yo creo que esto se tiene que definir en un partido final, pero obviamente habría que hacerlo en otro país, tal como ocurre con las grandes finales”.

El mandatario reconoció que organizar la consulta con votantes extranjeros implicaría que estos tendrían escasísimos conocimientos sobre la Constitución puesta a votación, pero consideró que esto “es más o menos lo que pasa en todos los países del mundo con los candidatos y las propuestas del propio país”.

La conclusión: “Ni la derecha ni la izquierda lograron imponerse, por lo que se mantiene la Constitución pinochetista. Primó la postura más centrada y alejada de los extremos”. Republicano uruguayo.