La Policía incautó ayer más de 400 kilos de cocaína que fueron arrojados desde el aire por una avioneta presuntamente proveniente de Bolivia. Desde el Ministerio de Defensa reconocieron que la ley que autoriza al presidente de la República a ordenar el derribo de aeronaves sospechosas de transportar droga “no está funcionando”, algo que atribuyen a un “pequeño error de diseño de la norma que será subsanado a la brevedad”. “En el entusiasmo por cambiar el marco legal pusimos la carreta delante de los bueyes. No tuvimos en cuenta que para derribar una avioneta primero hay que ubicarla. Pero ahora, con la nueva ley, se acabó la entrada de droga por el aire”.
El nuevo marco legal consiste en una habilitación para que el presidente de la República pueda encontrar aeronaves de narcotraficantes mediante la utilización de radares o a través del avistamiento directo. “El presidente ya no va a tener las manos atadas para ubicar a las aeronaves, que es el paso previo indispensable a derribarlas”.
La queja: “Al final, yo me tengo que hacer cargo de todo. Pero bueno, yo elegí este trabajo”. Luis Lacalle Pou, presidente encargado.