Mientras en Estados Unidos la situación de incertidumbre generada tras la quiebra del Silicon Valley Bank parece estar retrocediendo, las turbulencias se trasladaron a Europa. Crédit Suisse, el segundo banco más grande de Suiza, registró una pérdida histórica en el valor de sus acciones, debido a los temores de contagio. Ante estos problemas, altos ejecutivos de la empresa se comunicaron con sus clientes mafiosos y narcotraficantes para asegurarles que su dinero está asegurado. Según explicó uno de los ejecutivos, “la situación del banco obviamente nos preocupa, pero lo que más nos preocupa es la posibilidad de perder el dinero de los numerosos traficantes de drogas, armas y seres humanos, terroristas y gobernantes autoritarios que confiaron en nosotros. Concretamente, no quiero terminar en el fondo del Rin con una bolsa de piedras atada a mis pies. Por eso le comunicamos a este grupo de clientes que el resto de los depositantes pueden perder su dinero, pero ellos no”.

“Le pido a Dios todas las noches que el banco Crédit Suisse mantenga su liquidez y pueda hacer frente a sus obligaciones”. Encargado de finanzas del Vaticano.