La Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de captura contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, por presuntos crímenes de guerra. Desde el Kremlin se afirma que esta decisión no tendrá ningún efecto, ya que Rusia no reconoce la jurisdicción del tribunal. Pero el hecho de que el mandatario no podrá viajar a otros países que sí reconocen a la CPI le generará problemas a Putin. “El presidente estaba esperando a que se estabilice un poco la situación en Bajmut para viajar a Ámsterdam con su novio y casarse allí, porque las leyes rusas no lo permiten. Ahora, con esta orden de captura internacional, no podrá viajar prácticamente a ningún país europeo. Su sueño de poder transformarse en un hombre felizmente casado con otro hombre se evaporó”, reveló una fuente del Kremlin. Putin ya había hecho planes para la boda y hasta tenía alquilados una casa de campo y el servicio de catering. “Es muy triste para cualquier persona suspender una boda, pero, en este caso, en donde la persona en cuestión sabe que seguramente no pueda casarse nunca, es muy deprimente. En estos momentos Putin casi no sale de su cuarto y llora todo el día”.

La frase: “Esperemos que la Corte Penal Internacional logre hacer justicia, pero si no lo logra, no es nuestra culpa, porque no la apoyamos”. Joe Biden, presidente no demasiado fanático del derecho internacional.