En otro logro de la ciencia uruguaya, que quedará en los anales junto al respirador de Roberto Canessa y el dispositivo para beso negro de la madama Naná, científicos e ingenieros orientales han dado con el primer sushi parrillero.

“Al compatriota de a pie no le va mucho el sushi: es caro, hiede a pescado y no llena la panza; por eso, decidimos invertir esfuerzo y dinero en el desarrollo del primer sushi parrillero del mundo”, informó en conferencia de prensa el coordinador general del grupo, Eber de Bola de Nieve. “Rolls de chorizo común y colorado, piezas de tripa gorda rellena, de molleja, morcilla vasca; you name it, we develop it”, afirmó De Bola de Nieve.

La embajada de Japón hizo pública una carta en la que expresa su disconformidad con la innovación, a la que califica de “apropiación cultural y proclive a la nipofobia”. En nombre de los investigadores, Eber juró que no siente nada contra el Lejano Oriente, y se confesó “un gran admirador de otros platos, como el chop suey, los arrolladitos primavera y los fideos lo-mein”.