Finalmente llovió sobre la cuenca del río Santa Lucía, y si bien las precipitaciones estuvieron lejos de lo necesario para terminar con la sequía en la zona, por lo menos dieron una tregua al creciente déficit hídrico. Los especialistas creen que no es momento de festejar, aunque consideran que se está “ante el comienzo de la normalización”. “A partir de ahora vamos a ver precipitaciones con una frecuencia cada vez mayor hasta llegar a un punto, seguramente a mediados de julio, en que se van a registrar inundaciones en varios puntos del país. Estas inundaciones van a ser especialmente graves debido a la combinación del cambio climático y fenómenos atmosféricos, aunque finalizarán luego de tres o cuatro meses, cuando empezará de lleno la temporada de incendios, que, se espera, será peor que la pasada pero bastante mejor que la próxima”, explicó un investigador de la Universidad de la República. Los expertos consideran que las crisis como consecuencia del clima están entrando en una etapa de funcionamiento similar a la de las crisis económicas. “La situación se podría resumir con la siguiente frase: la tranquilidad ya no forma parte de este mundo”.

La recomendación: OSE sugirió a la población agregar sal al agua potable cuando se normalice el abastecimiento para acostumbrar al organismo a las próximas crisis hídricas.