La Organización de Fútbol Infantil de Florida suspendió la actividad debido a serios incidentes registrados entre padres durante la final del torneo Apertura, el fin de semana pasado. Los hechos de violencia son cada vez más frecuentes en el baby fútbol, por lo que las autoridades del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) están considerando la posibilidad de prohibir la presencia de niños en los partidos. “No hay que olvidar que los niños no están todo el tiempo jugando. Hay tiempos muertos en el entretiempo, en el final, y ni que hablar cuando el partido se para por una gresca. Y en todo ese tiempo los niños están mirando cómo los padres se putean y se cagan a piñas, en el mejor de los casos, o a tiros, en el peor”, consideró un integrante del directorio del INAU.
Un psicólogo infantil explicó que aun en los casos en que no se producen peleas, ver a los padres completamente desaforados es una experiencia “traumática” para los niños. “Un shock de vergüenza ajena semejante es peligroso para una psiquis que aún está en formación”.
La visión de un padre: “Yo creo que si le sigo exigiendo a mi hijo como lo estoy haciendo ahora y dándole los ejemplos que le doy, en unos años le va a salir un pase a Europa para pelear como mercenario por el ejército de Ucrania o el de Rusia”. Padre intenso.