Ayer, el presidente anunció que si no llueve en los próximos días habrá que aumentar nuevamente los niveles de sodio y cloro en el agua, por lo que esta ya no será “bebible”. El uso de esta palabra en lugar de “potable” para definir al agua no apta para consumo humano generó algunas críticas de la oposición, desde donde se afirma que el mandatario abusa de los eufemismos, algo que Lacalle Pou rechaza. “No es cierto que yo use todo el tiempo eufemismos. No me gusta llamarlos eufemismos. Yo prefiero llamarlos palabras no tan fuertes que se usan en lugar de otras que sí lo son para suavizar el discurso”. El mandatario defendió así calificar de “mejoras en la gestión” a los ajustes y “casos evitables” a las muertes evitables por covid. “Ustedes me conocen. Yo no tengo un publicista que me diga lo que tengo que decir. Yo tengo un especialista en manejar a la opinión pública con el fin de generar corrientes de simpatía hacia productos, personas o ideas que me asesora sobre los conceptos que expreso en voz alta”.
La aclaración: “Quiero enfatizar que OSE no distribuye agua salada. OSE distribuye una sustancia con dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno con altas concentraciones de un compuesto iónico formado por un catión sodio y un anión cloruro. A no confundir los tantos”. Luis Lacalle Pou, presidente y mago de las palabras.