La tensión política que se vive en Estados Unidos desde hace varios años, y que había alcanzado su máximo nivel con la toma del Capitolio por parte de seguidores de Donald Trump, parece haber superado ese punto. Ayer, el FBI informó que desbarató un plan para asesinar al presidente Joe Biden. Según reza un comunicado divulgado anoche, “se allanó la vivienda de uno de los conspiradores y allí se hallaron varias cáscaras de banana que presumiblemente iban a ser colocadas en el piso para que el presidente las pisara y se cayera, perdiendo la vida o quedando inhabilitado para seguir cumpliendo con su rol”. El equilibrio de Biden no ha sido el mejor en los últimos años y ya le ha jugado varias malas pasadas. Según una fuente del FBI, “hoy por hoy Biden es un blanco vulnerable para atentados con cáscaras de banana, aceite o también zancadillas. Pero además de eso, también tenemos información de que grupos de extrema derecha planean alterar la avena que toma todas las mañanas con alguna sustancia astringente para que muera de estreñimiento”.

La revelación: “El presidente se cayó varias veces pero mantiene su buen humor, fundamentalmente porque no recuerda sus caídas”. Fuente de la Casa Blanca que ya se puso a buscar trabajo.