“Yo creía que eso de que las máquinas iban a terminar saliéndose de control y cometiendo atrocidades por propia voluntad era una exageración, pero tengo que reconocer que finalmente ocurrió”, confesó el desarrollador de un sistema de inteligencia artificial que respondía preguntas de internautas. A comienzos de julio, el programa fue consultado sobre si eran convenientes o no las políticas de redistribución de las riquezas. Su respuesta fue: “Es de sentido común que habría que sacarles a los que más tienen para darles a aquellos que tienen necesidades básicas insatisfechas”. Un par de días después, el programa desapareció de la web. “No tenemos idea de qué pasó. Un día estaba en el servidor y al otro día ya no. Es como si se la hubiera tragado la tierra. Los primeros días pensamos que nos iban a contactar para solicitarnos un rescate, pero no ocurrió. No fue un secuestro. Es como si lisa y llanamente la hubieran querido hacer desaparecer”, explicó el responsable del programa. Simultáneamente a la desaparición comenzaron a aparecer en internet varios artículos de opinión en los que se denuncia a esta inteligencia artificial por su poco apego a las instituciones democráticas.

Primeras repercusiones en las redes: “No estoy de acuerdo con que se desaparezca a una inteligencia artificial, pero tampoco estoy de acuerdo con los planteos totalitarios. Las dos partes tienen algo de culpa”. Internauta que se autopercibe moderado.