El proyecto de Rendición de Cuentas que ingresó el viernes en el Parlamento no contempla incrementos para la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), por lo que el presidente del Consejo Directivo Central, Robert Silva, solicitó a los legisladores redireccionar fondos de otros rubros hacia el organismo que preside. Según explicó el jerarca, la ANEP necesita 62 millones de dólares para cumplir con su objetivo de instalar rampas para discapacitados en todos los salones gremiales de los centros educativos. “La llegada de la pandemia significó un duro golpe para nuestro plan de llenar los liceos de accesos para discapacitados casualmente instalados en esos locales. Por eso necesitamos redoblar los esfuerzos en estos últimos años del período de gobierno”. El propio Silva reconoció que el plan de las autoridades “no es barato”. “Hay que entender que no todos los locales gremiales dan a la calle. Algunos están en el medio del liceo. Entonces, construir una rampa que salga desde ahí y recorra medio edificio hasta llegar a la calle sin generar demasiadas alteraciones requiere obras arquitectónicas extremadamente complejas”.

El gasto principal: “La mayoría del dinero lo vamos a invertir en aguarrás. Necesitamos limpiar las paredes grafiteadas y también lavarles la boca a los gremialistas que le faltan el respeto a la autoridad”. Robert Silva, profesor de buenos modales.