Un diputado nacionalista planteó anteayer la posibilidad de construir una nueva sede para el Parlamento y dejar el Palacio Legislativo para asuntos que por su envergadura ameriten ser tratados en el edificio histórico. La propuesta, que tiene como objetivo evitar el deterioro de la actual sede del Poder Legislativo, fue recibida con tibieza por el resto de los legisladores. “No sé, puede ser. Yo no digo que sí ni que no. Lo que aclaro desde ya es que yo me voy del Palacio sentado en mi banca. Llevo más de una década acá, sin moverme, y no pienso exponerme a que algún avivado quiera quedarse con mi lugar”, afirmó un diputado. Otro diputado se expresó en términos similares. “Desde que soy diputado, y hace mucho, pero mucho tiempo que soy diputado, escucho cada tanto a alguien que viene con la idea de mudarnos a otro edificio. Para mí no va a salir nada de eso. Pero igual aclaro que a mí me sacan en la banca y me depositan en la nueva sede en la banca. Y no es porque quiera quedarme acá atornillado. Nada que ver. Lo que pasa es que los médicos me indicaron que sólo podría salir de mi banca mediante cirugía. Si no, es muy peligroso. Me puedo desangrar”.
Las posibilidades: “Por mí que lo pongan en cualquier lado, pero si es cerca de mi casa, mejor, porque somos de los pocos trabajadores que no tenemos home office”. Legislador caserito.