“La verdad es que mis últimas tres décadas de trabajo fueron un suplicio, porque mi cuerpo ya no daba más. Lo único que me hacía levantarme de la cama e ir a trabajar era el sueño de jubilarme. Era algo en lo que pensaba todos los días. Pero después de que me jubilé ya no tuve ese sueño y hasta ahora venía sintiendo un vacío muy grande”, afirmó ayer un obrero de la construcción que se retiró hace cinco años y ahora empezó a trabajar nuevamente, en este caso como estibador en el puerto de Montevideo. “Hoy, gracias a la ley que permite a los jubilados volver a trabajar, volví a sentir ese deseo de que todo esta tortura pase rápido y pueda jubilarme. Es como si hubiera nacido nuevamente”, agregó el exobrero y actual estibador. Desde el Banco de Previsión Social consideraron que la ley que habilita seguir trabajando luego de la jubilación “no solamente va a aumentar los ingresos de muchos jubilados, sino que también va a mejorar su espíritu. No hay nada más lindo que tener objetivos en la vida. Y poder jubilarse para no tener que seguir trabajando como un burro es un hermoso objetivo”.

Más allá: “La idea es que los fantasmas que participan en sesiones de espiritismo puedan seguir aportando a una caja para, eventualmente, poder jubilarse en ultratumba”. Directivo del BPS y médium.