Las autoridades afirman que el incremento en el precio del cannabis que se distribuye en farmacias, que empezó a regir ayer, no generó ningún tipo de disconformidad en los consumidores. Pero desde las asociaciones de consumidores denuncian que el gobierno “se está aprovechando de que el consumidor habitual de marihuana generalmente no se acuerda de cuánto salía antes, por lo que le resulta imposible hacer la comparación”. Según estos grupos, otra situación que se da con frecuencia es que el comprador se indigne por el aumento de los precios, pero luego llega a su casa, se fuma un cigarro de marihuana y se olvida de por qué estaba indignado. “Creemos que el manejo de los precios en el caso del cannabis no puede ser igual al que tiene el resto de los productos. Es muy injusto para los consumidores. Nuestra propuesta es que, cuando haya un aumento, los compradores reciban un mensaje todas las noches, durante una semana, recordándoles que el precio subió”.

La denuncia: “No tenemos más remedio que subir el precio de los porritos. Los sobrecostos del Estado son implacables”. Luis Lacalle Pou, presidente buena onda pero neoliberal.