Apelando a la libertad individual y a la lucha contra la burocracia, un grupo de asaltantes que desarrolla su actividad en la vía pública reclamó a las autoridades del gobierno que no sigan colocando cámaras de seguridad. “No puede ser que uno no pueda caminar dos cuadras sin que aparezca una cámara. Eso dificulta muchísimo nuestra labor, porque tenemos que robar en puntos ciegos, que son precisamente los lugares por los que no pasa gente. El resultado de esto es que sufrimos muchas demoras. Como siempre pasa, las absurdas regulaciones de la burocracia estatal entorpecen la actividad de los emprendedores privados”, comentó un integrante de este grupo de cacos.

Pero los ladrones consideran que “en el fondo acá lo que hay es un problema de si, como uruguayos, estamos comprometidos o no con la apuesta a la libertad responsable como única alternativa válida al colectivismo autoritarista y burocratizante”.

El tuit lapidario: “Ninguno de los que pone radares sale a robar todas las noches”. Chorro que se inhibe con las cámaras.